1 Seborrea
Es la producción excesiva de sebo. Fisiológicamente, las glándulas sebáceas secretan una sustancia oleosa, conocida como sebo, para lubricar el cabello y la piel.
La producción de sebo puede desencadenarse por una serie de factores tales como las hormonas, el clima, ciertos medicamentos y la genética.
Una alteración en la secreción de sebo también puede desencadenar la dermatitis seborreica, una condición inflamatoria de la piel común en la que se forman escamas de color blanco a amarillento en zonas grasosas como el cuero cabelludo o en el interior de la oreja. Lea más acerca de la dermatitis seborreica.
2 Hiperqueratosis
La hiperqueratosis (o hiperqueratinización) es un engrosamiento de la capa externa de la piel (estrato córneo). El desprendimiento irregular de células cutáneas muertas y cornificadas (corneocitos) obstruye los conductos de las glándulas sebáceas y altera o interrumpe la liberación de sebo.
Cuando la piel produce una cantidad excesiva de sebo (seborrea) y las células muertas de la piel permanecen adheridas a la piel (hiperqueratosis) pueden acumularse en el folículo piloso y formar conjuntamente un tapón blando. Este tapón puede hacer que la pared del folículo se abulte y produzca un comedón cerrado (punto blanco) o, si el tapón está cerca de la superficie, un comedón abierto (punto negro).
3 Colonización microbiana
Las bacterias que normalmente viven en la piel sin causar daño (propionibacterias) se acumulan y pueden colonizar los folículos tapados, causando pápulas, pústulas, nódulos o quistes.
4 Inflamación
La consecuencia es una piel enrojecida e inflamada. En casos graves de acné, la pared del folículo estalla en la fase tardía de la inflamación. Los lípidos, ácidos grasos, corneocitos, bacterias y fragmentos de células se liberan, causando inflamaciones extendidas y profundas en el tejido adyacente.